Nació el 8 de enero de 1935 en Tupelo, Mississippi (EEUU). Uno de los más grandes mitos del siglo XX y un auténtico icono cultural de nuestra era. Fue la única figura del rock and roll que consolidó una carrera sólida en el cine. Todo comenzó cuando de adolescente decidió grabarle un disco a su madre como regalo y un empresario quedó sorprendido por su voz y carisma. Contratado por la RCA comienza entonces una meteórica carrera como cantante, interpretando alguna de las canciones más emblemáticas del siglo. De inmenso éxito popular y uno de los creadores del fenómeno de las fans, comienza a intervenir en películas de desigual calidad, pero de éxito asegurado. Destacan El rock de la cárcel, King Creole y ¡Viva Las Vegas!, donde formó un explosivo dúo con Ann-Margret. Por lo demás, sus films narraban rutinarias historias, generalmente situadas en lugares exóticos, repletas de música y bellas jovencitas. Durante los años setenta protagoniza un regreso algo patético: casi deformado por las drogas y el alcohol y ataviado con unos terribles modelos repletos de pedrería y brillos, parecía haberse convertido en el símbolo del mal gusto. Estuvo casado con Priscilla Presley. La mala vida finalmente le pasó factura, falleciendo el 16 de agosto de 1977 en Memphis, Tennessee (EEUU).