Serenata nostálgica supuso el tercer emparejamiento de Cary Grant e Irene Dunne. Esta película difiere de las películas anteriores por ser un melodrama trágico en lugar de una comedia desenfadada. El director George Stevens supo encontrar el equilibrio sentimental adecuado evitando que las secuencias más sentimentales puedan resultar excesivas.
Por supuesto, contar con Cary Grant e Irene Dunne el trabajo se hizo considerablemente más fácil. Ambas estrellas juegan con la mezcla perfecta de encanto, clase y sin esfuerzo se mostraban dispuestas a implicarse emocionalmente en las escenas necesarias. Como la escena del tribunal de Grant es justificadamente famosa y un claro ejemplo de una interpretación perfectamente ejecutada. Y, a pesar de que le falta este tipo de piezas, Dunne es una pareja perfecta para Grant, convirtiendo el trabajo que es un poco más discreto, pero de un resultado sublime.
