Sangre rebelde es un melodrama de matices racistas con el que Clara Bow intentó revivir su fracasada carrera interpretando a una chica de espíritu libre. Concebible sólo en el periodo pre-code, el film está hecho para escandalizar en cada situación que propone. Adulterio, hijos ilegítimos, sadomasoquismo, prostitución, homosexualidad, malos tratos, mestizaje, locura, suicidio… ¡hasta pederastia y zoofilia! llegan a mostrarse o insinuarse en este film, por otro lado sumamente entretenido y efectivo