Los viajes de Gulliver es quizás la menos conocida de las colaboraciones de Charles H. Schneer y Ray Harryhausen de la década de los sesenta, tal vez porque fue retirada de la circulación poco después de su lanzamiento inicial. Kerwin Mathews , que ya había protagonizado el clásico Simbad y la princesa, interpreta al aventurero trotamundos Jonathan Swift Lemuel Gulliver. El primer “mundo” es Lilliput, poblada con gente de pequeñísima estatura que están a punto de ir a la guerra porque no se ponen de acuerdo sobre qué extremo de un huevo han de roer. La segunda parada de Gulliver es Brobdignag, donde nuestro héroe está rodeado por gigantes. El tercer mundo es Inglaterra, donde Gulliver acaba en un manicomio cuando trata de relatar sus asombrosas aventuras.

El guión del director Jack Sher y Arthur Ross se las arregla para ofrecer sátira mordaz sin que la película deje de ser para todos los públicos. Como siempre, Harryhausen y sus efectos especiales son excelentes. Una partitura musical cadenciosa de Bernard Herrmann es la guinda de este pastel cinematográfico.