Hugh Marlowe interpreta al científico Russell Marvin, que presencia cómo una nave espacial aterriza en la tierra. Los extraterrestres insisten en que han venido en son de paz, pero Marvin sospecha lo contrario. Efectivamente, los visitantes finalmente declaran su intención de tomar la tierra en los siguientes 60 días, y añaden que el armamento militar terrícola resulta inútil en su contra.

Los efectos especiales del maestro Ray Harryhausen son memorables sobre todo en lo que a los residuos de Washington DC se refiere en la escena final de la película. El reparto de La Tierra contra los platillos volantes incluye a esos dos incondicionales de los films de ciencia ficción de la década de los cincuenta que son Morris Ankrum y Thomas Browne Henry.