Título original: Detour

Intérpretes: Tom Neal, Ann Savage, Claudia Drake, Edmund MacDonald, Tim Ryan

Edgar G. Ulmer fue uno de los pocos cineastas que fue capaz de forjar un estilo distintivo y memorable mientras trabajaba en las profundidades más bajas del Poverty Row de Hollywood, y nunca sacó más de menos que en Detour. Detour se filmó en tan solo seis días, y una mirada a los decorados minimalistas y de mala calidad o a los efectos ópticos torpes en la cámara deja en claro que esta película no estaba destinada a ser nada más que otro vulgar relleno de una sesión doble. Pero el guionista Martin G. Goldsmith llenó esta sórdida historia de crimen con una poesía barata pero expresiva (el mordisco cínico de la narración de Tom Neal y el venenoso diálogo de Ann Savage son  un pozo de extraña  amargura incluso para el cine negro de la época), y Ulmer lo aprovechó al máximo llenando la película con un aire de pavor y fatiga desesperada. Los encuadres compositivos de Ulmer y el uso efectivo de la taquigrafía visual dan un estilo visual real y efectivo (el camarógrafo Ben Kline ayudó bastante), y si hay poca sutileza en las actuaciones del fatalista Tom Neal y la arpía Ann Savage, se adaptan al tono del guión y se suman al impacto contundente de la película.