Título original: Anna Karenina

Intérpretes: Greta Garbo, Fredric March, Basil Rathbone, Freddie Bartholomew,

Maureen O’Sullivan, May Robson, Reginald Denny

La adaptación de 1935 de Anna Karenina es una visita obligada para los amantes de las grandes películas románticas cinematográficas, así como para los devotos de Greta Garbo. Incluso es una buena versión para que la vean los puristas de Tolstoi, porque aunque, por supuesto, se toma libertades con la historia original, el espíritu está intacto. El director Clarence Brown hace un gran trabajo desde la impresionante primera secuencia del banquete hasta el inolvidable segmento final de la estación de tren. Captura la pasión y el fuego de los personajes, así como la atmósfera restrictiva de la sociedad contra la que se rebelan y que finalmente los destruye. Lo más importante es que captura a Garbo en el apogeo de su belleza mística, dando un nuevo significado a la palabra “luminosa”. Garbo resulta desde luego sobrenatural en Karenina, una criatura que simplemente no es de este mundo. Y su interpretación es exquisita, un retrato perfectamente realizado que es simple pero glorioso. Como su amante, Fredric March es consumado y ardiente, y definitivamente hay chispa entre él y Garbo. Todavía mejor que March es Basil Rathbone, cuyo marido de corazón frío es un tratado incisivo de un maestro manipulador.