Nació el 27 de diciembre de 1901 en Schöneberg (Alemania). Uno de los grandes mitos del cine y una de sus mujeres más emblemáticas. Hija de un policía, comenzó su carrera en el mundo del cabaret. Tras aparecer en una serie de films mudos, Josef von Sternberg la descubre, le cambia totalmente de aspecto y la lanza internacionalmente con la mítica El ángel azul. El exitazo de la cinta hace que director y estrella sean llamados a Hollywood, donde firmarán contrato con la Paramount, rodando juntos un total de seis títulos más, forjándose el definitivo mito Marlene, símbolo de sofisticación e irrealidad. A mediados de los años treinta comienza a considerársela “veneno para la taquilla” y marcha a Europa por un tiempo, rodando algún que otro film. Regresa triunfante con Arizona y una serie de éxitos junto a John Wayne. Durante la Segunda Guerra Mundial decide adoptar la nacionalidad norteamericana, luchando muy vivamente contra Hitler, quien la tienta en numerosas ocasiones para que regrese a Alemania a ser la estrella del Tercer Reich. Tras la contienda espacia cada vez más sus apariciones cinematográficas, limitándose casi a intervenir en films de amigos como Alfred Hitchcock –Pánico en la escena-, Billy Wilder –Testigo de cargo– u Orson Welles –Sed de mal–. Sus míticos conciertos en los mejores auditorios del mundo la convierten en una auténtica celebridad, pero finalmente decide retirarse por completo, recluyéndose en su lujoso apartamento parisino durante trece años. Se casó en 1924 con Rudolf Sieber y, pese a que sólo vivieron juntos cinco años, jamás se divorció. Falleció el 6 de mayo de 1992 en París (Francia).