Marilyn Monroe nació el 1 de junio de 1926 en Los Ángeles, California (EEUU). Sin ninguna duda, el mayor mito del cine y uno de los mayores de todo el siglo XX. De personalidad arrolladora y grandes dotes dramáticas –nunca reconocidas en vida– fue una mujer que luchó por hacer ver que no era sólo un trozo de carne, muriendo en el intento. Su madre era una obrera de la RKO y su padre desapareció. Los problemas mentales de su progenitora hicieron que su infancia transcurriese entre orfanatos y familias momentáneas. A los 16 años se casa por primera vez y comienza su carrera como modelo fotográfica. La Columbia le firma un contrato por una película, pasando luego de estudio a estudio, hasta que la Fox la lanza en Niágara, que constituye toda una revelación, convirtiéndola en mito sexual. Tras una primera etapa cómica y musical muy brillante, decide estudiar en el Actor’s Studio de Nueva York, tornándose más intelectual y seria, con papeles como el de Bus Stop, donde resultará igualmente magnífica. Su inestable vida le pasará factura, convirtiendo los rodajes de sus películas en auténticos calvarios y viéndose enredada en líos amorosos con los Kennedy. Estuvo casada con el deportista Joe DiMaggio y con el dramaturgo Arthur Miller. Despedida por la Fox a mitad de su último film, Something’s Got to Give, aparecerá muerta en su casa, a causa de una sobredosis de barbitúricos, el 5 de agosto de 1962 en Los Ángeles, California (EEUU).