Nació el 23 de marzo de 1904 en San Antonio, Tejas (EEUU). Consciente de lo que debía ser una estrella de cine, lo fue hasta sus últimos días. Trabajadora infatigable, fue cabeza de cartel nada menos que durante cincuenta años, adaptando su estilo a los nuevos tiempos, pero siempre con un inconfundible estilo personal. De rasgos fuertes –a veces hasta desagradables– pasó por muy diversas etapas y su tormentosa vida privada fue aireada tras su muerte por su hija adoptiva, Christina, en un escandaloso best seller, llevado luego a la pantalla. De procedencia muy humilde, había llegado a Hollywood tras ganar un concurso de charlestón. Su nombre artístico fue elegido por los lectores de la revista Photoplay. Gracias al film Vírgenes modernas, se convierte en estrella y es considerada la flapper perfecta de los años veinte. Durante dieciocho años, trabaja para la MGM, siendo una de sus figuras más emblemáticas y acompañando a los galanes más reputados como Clark Gable o Gary Cooper. A sus cuarenta años es despedida, pero, lejos de amilanarse, consigue un contrato con la Warner, donde rodará sus mejores películas, obteniendo un Oscar por Alma en suplicio. A mediados de los años cincuenta, espacia más sus apariciones en el cine, llegando a ser vicepresidenta de Pepsi-Cola. Ya en los sesenta, rodará una serie de títulos de terror, como la exitosa ¿Qué fue de Baby Jane?, que hacen que siga en el candelero. Estuvo casada, entre otros, con los actores Douglas Fairbanks Jr. y Franchot Tone. Fallece el 10 de mayo de 1977 en Nueva York (EEUU).