Nació el 31 de enero de 1929 en Crouch Hill, Londres (Inglaterra). Una de las actrices más versátiles del Hollywood clásico, había debutado en la pantalla a los 14 años, aunque su lanzamiento le llegaría tiempo después con el clásico de David Lean, Cadenas rotas. Después seria la inquietante nativa de Narciso negro y la Ofelia del Hamlet de Laurence Olivier, siendo nominada al Oscar. Convertida en una actriz destacada en el cine británico, marcha a Hollywood junto a su marido, el actor Stewart Granger, donde dará vida a heroínas de todo rango, como la malvada de Cara de ángel, la predicadora de Ellos y ellas, la amante de Napoleón en Desiree o la divertida descerebrada de Página en blanco. Particularmente bella se mostró bajo las túnicas romanas y así apareció en Androcles y el león, La túnica sagrada y Espartaco. Durante el rodaje de El fuego y la palabra se enamora del director Richard Brooks, contrayendo inmediato matrimonio. Ya en su madurez obtendrá otra nominación por Con los ojos cerrados, dedicándose en su última etapa a aparecer en telefilms de éxito como El pájaro espino o Norte y sur.