Nació el 25 de diciembre de 1899 en Nueva York (EEUU). Uno de los más grandes mitos de la cinematografía, auténtico icono cultural del siglo XX. Se preparaba para entrar en Yale con el fin de estudiar medicina, cuando es expulsado e ingresa en la Marina. Allí, una astilla se le clavará en el labio, produciéndole una parálisis facial y una cicatriz, que le provocaron ese característico ceceo que tanta fama le dieron. Después retorna a Nueva York y se hace gerente teatral, apareciendo en algún que otro papel sobre los escenarios. Siguiendo el impulso de unos amigos, decide probar suerte en Hollywood y es contratado por la Warner Bros, que ve en sus duros rasgos al perfecto villano para sus legendarios films de gángsters. A principios de los años cuarenta causa un auténtico revuelo con sus interpretaciones en El último refugio y El halcón maltés, convirtiéndose a partir de entonces en una gran estrella. Con Casablanca llega a lo más alto, mostrando su lado más humano y vulnerable, siendo nominado al Oscar. En 1944 coincide en el reparto de Tener y no tener con una joven promesa que el estudio quiere potenciar. Es Lauren Bacall, que pasará inmediatamente a ser su cuarta y definitiva esposa, convirtiéndose en una de las parejas mejor avenidas de Hollywood y rodando cuatro películas juntos. Actor favorito de John Huston, consigue el Oscar por su papel en La reina de África. Su desmedida afición por la bebida acabará por pasarle factura, envejeciendo prematuramente, pero conservando intacto su poder de fascinación. Hasta sus últimos días permanecerá en la cumbre, interpretando grandes películas como El motín del Caine, su última nominación al Oscar. Fallece el 14 de enero de 1957 en Los Ángeles, California (EEUU).