Nació el 18 de septiembre de 1905 en Estocolmo (Suecia). Uno de los grandes mitos del siglo XX y uno de los rostros más fascinantes y enigmáticos de la historia del cine. Había comenzado trabajando en una barbería y más tarde ejerció como modelo fotográfica para los almacenes donde trabajaba. Tras intervenir en algún film publicitario, estudia arte dramático. El director Mauritz Stiller la convierte en su musa, lanzándola internacionalmente con La saga de Gosta Berling. Cuando Stiller es llamado por la MGM de Hollywood, insiste en acompañarse de su estrella y Louis B. Mayer accede de mala gana. Una vez allí, la actriz causa sensación como pareja de John Gilbert en El demonio y la carne, protagonizando juntos una serie de éxitos y llegándose incluso a comprometer, sin que la Garbo apareciese finalmente en la boda. Con la llegada del sonoro se teme por su fuerte acento sueco, pero pasa con éxito la prueba, comenzando de hecho su etapa más brillante. A finales de la década de los treinta su popularidad decae enormemente y, tras La mujer de las dos caras, se retira definitivamente del cine a la edad de 36 años. Pese a múltiples anuncios de regreso a las pantallas, nunca lo hará, viviendo una vida solitaria y misteriosa –lejos de fiestas y actos sociales–, viajando y recluyéndose en su lujoso apartamento de Manhattan. Fallece el 18 de abril de 1990 en Nueva York (EEUU).