Grace Kelly nació el 12 de noviembre de 1929 en Filadelfia, Pennsylvania (EEUU). Una de las mujeres más bellas y elegantes no sólo de la historia del cine, sino de todo el siglo XX. De familia acomodada, había deseado ser actriz desde pequeña y se dirigió a Nueva York para intentarlo. Comenzó como modelo, debutando sin demasiado éxito en Broadway. Descontenta con la experiencia, viaja a Holywood donde cree contar con más posibilidades. Allí tendrá la suerte de intervenir en muy contados films, aunque sumamente selectos, trabajando con los mayores galanes de la época: Gary Cooper, Clark Gable, Cary Grant, William Holden, Ray Milland, Frank Sinatra… Debuta con Solo ante el peligro, que constituye un gran éxito. Musa por excelencia de Alfred Hitchcock, rodará tres emblemáticos títulos con él, rechazando una y otra vez proyectos que el mago del suspense le ofrecía. Gana además un Oscar por La angustia de vivir. En 1955 conoce al príncipe Rainiero de Mónaco y surge el amor. Se casan al año siguiente, convirtiendo de nuevo al principado en uno de los centros sociales del planeta. Sus últimas películas antes de la boda jugaban ya con su nueva imagen, presentándola bien como princesa (El cisne) o miembro de la jet-set (Alta sociedad). Nunca más volvería al cine, pese a continuos rumores. Es madre de los príncipes Carolina, Alberto y Estefanía de Mónaco. Falleció en un accidente de tráfico el 14 de septiembre de 1982 en Monacoville (Mónaco).