Gloria Swanson nació el 27 de marzo de 1927 en Chicago, Illinois (EEUU). La genuina reina del cine mudo, cargada de sofisticación y glamour, representó como nadie lo que debía ser una gran estrella. Había comenzado a los 16 años en el cine, realizando pequeños papeles de ingenua. Casada con el actor Wallace Beery, quien insiste a Mack Sennett para que contrate a su esposa, pasará a formar parte del famoso grupo de bañistas de los cortos cómicos de la productora, para después ir alcanzando mayores logros. En 1919 comienza una fructífera colaboración con el realizador Cecil B. De Mille, rodando osadas producciones como Macho y hembra. Convertida ya en una sofisticadísima mujer de mundo, su vestuario se hará legendario y será imitado por las mujeres de todo el planeta. Se casa con el Marqués de La Falaise y a mediados de los años veinte ya es la mayor estrella del mundo. Deseosa de producir sus propias películas, se asocia con Joseph Kennedy –padre del futuro presidente de los Estados Unidos– convirtiéndose además en su amante. Surge entonces La reina Kelly, de Erich Von Stroheim, una obra maestra que fracasa tan estrepitosamente que hunde su carrera. Con la llegada del sonoro, su forma de actuar resulta anacrónica, retirándose del cine. En 1950, casi veinte años después, protagoniza el regreso más importante de una estrella al encarnar a la vieja gloria del cine Norma Desmond en El crepúsculo de los dioses, a la postre su papel más famoso y que le valdría una nominación al Oscar. Después será frecuente verla en televisión y aparecerá en algún film más como Aeropuerto 1975, donde se interpretaba a sí misma. Fue nominada al Oscar también por La frágil voluntad y por The Trespasser. Falleció el 4 de abril de 1983 en Nueva York (EEUU).