Nació el 7 de mayo de 1901 en Helena, Montana (EEUU). Uno de las más grandes estrellas de todos los tiempos y uno de los actores más queridos y admirados por el público. Encarnación del hombre bueno, sano e incorruptible, posee una de las filmografías más impresionantes que se conocen, abarcando todo tipo de géneros y saliendo siempre triunfante. Hijo de un próspero ranchero, se había educado en prestigiosos colegios ingleses y practicado la equitación en su casa. Comenzó como caricaturista político en un periódico, actuando como extra en films de cowboys con un grupo de amigos. Su impresionante altura y apostura llaman la atención de los estudios y comienza a obtener papeles más significativos, hasta que la actriz Clara Bow se encapricha con él, exigiéndole como acompañante. Con la llegada del sonoro, comienza su esplendor, rodando grandes películas junto a los mejores directores y las más seductoras actrices –fue muy sonado su romance con Patricia Neal durante el rodaje de El manantial–. Obtuvo dos Oscar por El sargento York y Solo ante el peligro. Un cáncer acaba con su vida el 13 de mayo de 1961 en Hollywood, California, abrazando la fe católica poco antes.