Cary Grant nació el 18 de enero de 1904 en Bristol (Inglaterra). Sin duda, uno de los galanes más importantes del cine, de gran personalidad y elegancia. Personificación del encanto y la clase. Probablemente el mejor actor de comedia de todos los tiempos y favorito de grandes directores, como Hitchcock, Hawks y Donen. Tenía sólo nueve años cuando su madre fue ingresada en un sanatorio mental. Poco después, deja el colegio y se enrola en una trouppe de comediantes, con los que aprenderá el arte de hacer reír con acrobacias y pantomimas. Cuando el grupo va a América decide afincarse allí. Marcha a Hollywood, donde la superestrella Mae West le echa el ojo, incluyéndolo en dos de sus películas. Poco a poco va ascendiendo en su profesión, y en 1937 rueda con Leo McCarey La pícara puritana, donde se revelará como un gran actor de comedia. A partir de ese momento, su carrera será imparable, interpretando una obra maestra tras otra y configurando una de las trayectorias más brillantes de Hollywood. A lo largo de sus más de treinta años de exitosa carrera, trabajó con las divas más importantes, desde Marlene Dietrich a Audrey Hepburn, Grace Kelly o Marilyn Monroe, pero sus parejas más populares fueron Irene Dunne y, sobre todo, Katharine Hepburn. Fue nominado al Oscar en dos ocasiones –Serenata nostálgica y Un corazón en peligro–, pero sólo recibió uno honorífico en 1969. Estuvo casado en cinco ocasiones, entre otras, con las actrices Virginia Cherrill y Betsy Drake y con la, por aquel entonces, mujer más rica del mundo, Barbara Hutton. Falleció el 29 de noviembre de 1986 en Davenport, Iowa (EEUU).