Bette Davis nació el 5 de abril de 1908 en Lowell, Massachusetts (EEUU). Para muchos, la mejor actriz de cine de todos los tiempos y una de sus mayores personalidades. Con sus expresivos ojos y su personal modo de actuar, dio vida a toda una serie de antológicas malvadas. Pasó por varias escuelas de arte dramático, auspiciada por la tenacidad de su madre, y a finales de los años veinte debuta en Broadway. Poco después es contratada por la Universal, pero no le sabe sacar provecho, pasando a la Warner Bros, donde, en un principio, no hará sino aparecer en mediocres films. Prestada a la RKO, triunfa absolutamente como la camarera deslenguada de Cautivo del deseo y, a partir de ahí, comenzará una encarnizada lucha con la Warner por conseguir mejores papeles. Lo logrará, convirtiéndose en una de las actrices más reputadas de los cuarenta con títulos tan impresionantes como La solterona, Amarga victoria o La loba. Musa de William Wyler y Edmund Goulding, sufrirá un estancamiento a finales de la década, resurgiendo de sus cenizas con su mejor papel: la antológica Margo Channing de Eva al desnudo. Después, otra vez los malos tiempos –llegó a poner un famoso anuncio en el periódico solicitando empleo– hasta que regresa de nuevo triunfante con ¿Qué fue de Baby Jane?, lo que la especializaría en el cine de terror. Consiguió nueve nominaciones al Oscar, obteniendo dos galardones por Peligrosa y Jezabel. Uno de sus cuatro maridos fue el actor Gary Merrill, su compañero en Eva al desnudo. Falleció el 6 de octubre de 1989 en Neuilly (Francia). Venía de recoger un Premio Donostia en el Festival de San Sebastián.