A partir de una novela de nombre “Elizabeth”, la película comienza en 1914 con Bette Davis dando vida a la frívola socialité Fanny Trellis. Informada por el financiero judío-americano señor Skeffington (Claude Rains) de que su hermano Trippy (Richard Waring) ha robado dinero de su empresa para pagar sus deudas de juego, Fanny se casa con él bajo promesa de que no procesará a su hermano. Enfurecido con Fanny por esta unión sin amor, Trippy se alista desairado en el ejército y más tarde le matan en combate. La caprichosa Fanny acusa irracionalmente a su esposo de la muerte de su hermano y exige un divorcio del que saldrá muy bien parada económicamente. A pesar de la advertencia de Skeffington de que “una mujer es sólo hermosa cuando es amada,” Fanny utiliza su belleza para revolotear sin parar de hombre a hombre. Pero mientras viaja en un barco con su último amante, Fanny contrae la difteria. La enfermedad destruye la belleza de su rostro y en poco tiempo los pretendientes desaparecen. Fanny poco a poco se va quedando sola. Sus esfuerzos por seguir siendo una mujer coqueta resultan patéticos y sus capas de maquillaje para ocultar los años y la enfermedad son realmente grotescos. Mientras tanto, Skeffington, que se ha reubicado en Europa con su hija, es capturado por los nazis y es llevado a un campo de concentración del que se las arregla para escapar. Regresa entonces a los Estados Unidos totalmente ciego y arruinado. Fanny entonces se apiadará del único hombre que realmente la quiso de verdad y promete cuidar de él durante el resto de su vida.