Nació el 4 de enero de 1914 en St. Joseph, Missouri (EEUU). Desde muy niña ya mostró sus deseos de dedicarse al mundo del espectáculo, pese a la negativa familiar. Empezó en el mundo de la radio y como cantante de orquesta, bajo el nombre de Jane Durrell. Poco después aparecía como corista en alguna película musical. Comenzó su carrera teñida de rubia platino, con un estilo bastante alejado de la sobriedad que la caracterizaría en su etapa de esplendor. Su descubrimiento como gran actriz le llegaría con Días sin huella, de Billy Wilder. A partir de ese momento su prestigio crecería como la espuma, recibiendo varias nominaciones al Oscar por El despertar, No estoy sola, Obsesión y Belinda, que le otorgaría finalmente la dorada estatuilla. Destaca también su sentida creación en The Glass Menagerie, en el Pánico en la escena, de Hitchcock y en Sólo el cielo lo sabe, de Douglas Sirk. Tras realizar algunos títulos para la Disney, se retira de las pantallas, obteniendo, ya en los años ochenta, una popularidad apabullante como la malvada por antonomasia, Angela Channing, de la serie televisiva Falcon Crest. Estuvo casada con el luego presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan.